Decía la escritora Isabel Allende que “el peor defecto que tienen las madres es que se mueren antes de que uno alcance a retribuirles parte de lo que han hecho. Lo dejan a uno desvalido, culpable e irremisiblemente huérfano. Por suerte hay una sola. Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces”.
Del mismo modo, en Lar de Noega pensamos que nunca son suficientes las muestras de gratitud hacia una madre. Quizás por eso, cada primer domingo de mayo, el Día de la Madre nos brinda la oportunidad de demostrarle cuánto significa en nuestras vidas.
En esta ocasión nuestros residentes realizaron una manualidad que consistió en una maceta con una flor. En ella escribieron unas palabras a sus hijos por lo orgullosas que estaban de ser sus madres o a sus madres, por lo mucho que las recordaban.
Como photocall representamos a una madre cogiendo en brazos a su hijo y decoramos la pared con unos corazones donde hemos escrito los adjetivos que mejor describen a una madre. Todo ello adornado con un marco con flores.
Deseamos de corazón que como madres e hij@s hayáis disfrutado de este día especial, que nos ha dejado estas imágenes para el recuerdo.